Bulbos de Crocus para Cultivo de Azafrán, importados de Holanda Tamaño 8-9 (Ya brotados y aclimatados)
Al bulbo también se le llama -es mas correcto- cormo o cebolla y los brotes son los grillones y por cada cormo se obtienen en 4 años aproximadamente otros 5 bulbos..
Planta poco exigente en cuanto a riegos y que le gusta la tierra que drene bien y sin encharcar, de ahí el uso de la arcilla.
Es un cultivo exigente en cuanto a nutrientes de la tierra. Se sugiero no tenerlo mas de 4 años en el mismo sitio.
Se puede tener en un balcón, en una terraza, en una ventana, en una maceta alargada con unos 25 cm de profundidad y unos 20 cm de diámetro.
Nos aseguramos un buen drenaje agregándole arcilla primero, luego el sustrato que puede ser un compost.
Es conveniente mezclar también arcilla en el compost para reasegurar el drenaje.
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El azafrán es una planta con unas exigencias limitadas de agua. Se trata de un vegetal perfectamente adaptado, desde hace siglos, a climas secos, rozando en ocasiones situaciones límites, que depende, casi exclusivamente, del agua procedente de las precipitaciones.
La gran riqueza en materias de reserva de que se halla dotado genéticamente el bulbo, la escasa superficie de sus hojas y las especiales condiciones en que la planta lleva cabo el proceso de fotosíntesis, unido al carácter de los suelos en que se desarrolla habitualmente el cultivo del azafrán, con predominio de materiales calizos y arcillosos, con una capacidad de retención de humedad de 2 a 3 mm/cm de profundidad y una permeabilidad de 6 a 9 mm/hora, determina que un régimen de precipitaciones producido en circunstancias consideradas normales, sin espacios de tiempo de sequías prolongadas, resulte suficiente para abastecer los requerimientos de agua de la planta.
Los riegos deberán ser copiosos, pero sin producir encharcamiento, y su aplicación es aconsejable efectuarla a últimos de marzo, primeros de abril, últimos de agosto, primeros de septiembre y mediados de octubre, previamente a presentarse la floración.
Se recomienda llevar a cabo los mismos a primeras horas de la mañana o a últimas horas de la tarde, con cuya medida contribuiremos a evitar pérdidas innecesarias de agua por evapotranspiración como consecuencia de la influencia de la temperatura y la acción solar.
Se debe observar la temperatura del agua. Es más conveniente trasvasar esta agua a un balde y cuando ha alcanzado la temperatura ambiente utilizarla para el riego. Del mismo modo se debe cuidar la calidad del agua, limpias de vertidos de detergente y otras impurezas.