Luffa
Siembra: En temporadas de crecimiento corta, sembre en interior en macetas de turba 3-4 semanas antes de la última helada. Para acelerar la germinación, remoje las semillas durante 24 horas en agua sin cloro. Si el tegumento es muy duro se sugiere rasparlo para permiter la humectación de la pepa, con cuidado de no perjudicarla. Desarrollados los plantines plantelos en un suelo rico y a pleno sol después de la última helada de primavera. Para la siembra directa, espere hasta que el suelo se caliente a 22 grados ºC, luego siembre 3 a 5 semillas por hoyo, a 2cm de profundidad. Conserve las que mejor prosperen.
Crecimiento: Mantenga la tierra uniformemente húmeda. Cuando las enredaderas comiencen a desarrollarse, proporcione un enrejado o coloque mantillo para evitar que los frutos entren en contacto con el suelo; demasiado contacto con el suelo puede debilitar la cáscara, distorsionar la forma y causar pudrición.
Cosecha: A fines del verano, el fruto comenzará a perder su color verde y se volverá marrón o ligeramente amarillo; en esta etapa, la piel se sentirá floja y fácil de despegar, y la calabaza será extremadamente liviana. Cortar la calabaza y quitar la piel. La piel debe desprenderse fácilmente, pero si es difícil quitarla, puede ser útil golpear la calabaza contra una superficie dura o remojarla en agua. Lava la esponja con agua jabonosa, luego rocíarla con un chorro de agua para eliminar la savia que aún se encuentra en las fibras. Si todavía aparecen manchas oscuras, remoje la esponja en una solución de lejía. Coloque la esponja en un lugar cálido y seco para que se seque por completo antes de guardarla o usarla.
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Almacenamiento de semillas: después de pelar la luffa, las semillas negras se caerán fácilmente. Extiéndalos para que se sequen; cuando una semilla se parte en dos, se ha secado lo suficiente. Si la semilla solo se dobla pero no se rompe, se necesita más tiempo de secado. Guarde las semillas secas en un lugar fresco y seco hasta por seis años.