Salvia officinalis
La salvia, (Salvia officinalis) es una planta cultivada desde la antigüedad para fines medicinales y culinarios. Sus hojas se utilizan como condimento y para hacer té, y es también muy cultivada como planta ornamental en jardines.
Clima
La salvia es una planta que prefiere clima subtropical, siendo adecuadas para su cultivo temperaturas entre 3 ° C y 29 ° C, aunque crezca mejor en temperatura amena.
Luminosidad
La salvia necesita luz solar directa al menos durante algunas horas a diario.
Terreno
El suelo debe ser bien drenado, ligero, fértil y rico en nitrógeno. La planta es bastante tolerante en cuanto al pH y el tipo de suelo, siempre que éste no retenga mucha agua. La salvia puede crecer bien incluso en suelos pedregosos.
Riego
Irrigue con frecuencia para que el suelo se mantenga ligeramente húmedo. El exceso de agua perjudica a las plantas, principalmente cuando la temperatura es baja. Las plantas adultas son moderadamente resistentes a cortos períodos de sequía, pero la salvia crece mejor si no falta agua.
Plantación
La salvia o saliva puede ser cultivada a partir de semillas y por esquejes. Las semillas pueden ser sembradas en canteros, siembra, pequeños vasos y otros recipientes, siendo transplantados cuando se hacen grandes lo suficiente para ser manipulados sin causar daños a las mudas. Plante las semillas a 1 cm de profundidad o menos. La germinación de las semillas tarda dos o tres semanas.
El espaciamiento puede ser generalmente de 60 a 80 cm entre las líneas de plantación y de 40 a 50 cm entre las plantas.
La salvia también se puede cultivar en los jardineros y los vasos. Puede sobrevivir en vasos más pequeños, pero éstos deben ser de tamaño grande si el objetivo es alcanzar un buen desarrollo de la planta.
Tratamiento del cultivo
Retire plantas invasoras que estén compitiendo por nutrientes y recursos.
Para mantener la productividad y la calidad, las plantas necesitan ser reemplazadas después de tres a cinco años, cuando se vuelven muy leñosas.
Cosecha
La cosecha de las hojas de la salvia o la salvación puede iniciarse cuando las plantas están bien desarrolladas. En el primer año es posible hacer una cosecha ligera. En los años siguientes, dos cosechas al año. Para uso doméstico, recoja hojas o ramas cuando sea necesario. La cosecha se puede hacer de 90 a 120 días después de la siembra.
Las ramas o hojas deben ser cosechadas antes de que la floración comience, lo que ocurre generalmente solamente a partir del segundo año. Los ramos y las hojas se pueden utilizar frescos o secos, y el secado de las ramas debe realizarse en un lugar fresco y bien ventilado, sin estar expuestos a la luz solar directa.