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Siembra: Siembra directa en primavera después de la última helada, mezclando la semilla fina con arena para distribuirla uniformemente. Cúbrala muy finamente esparciendo tierra por encima y riegue ligeramente para evitar perturbar las semillas. La germinación debe tener lugar dentro de las 3-4 semanas con una temperatura del suelo de 16-19 grados C. Plántulas aclaradas o trasplantadas.
Crecimiento: esta planta prefiere suelos ligeros y húmedos y sombra parcial, pero puede tolerar el sol pleno con la humedad adecuada. Prefiere un suelo constantemente húmedo que drene bien, ya que el suelo empapado puede causar enfermedades. Riegue bien especialmente en períodos secos; una capa de mantillo puede ayudar a conservar la humedad. En su primer año de crecimiento, la dedalera desarrollará una roseta baja de hojas gruesas; el tallo floreciente vendrá en el segundo año. Si el follaje se infecta con mildiú polvoriento o mancha foliar, comience el tratamiento inmediatamente ya que esto puede dañar toda la planta; quite las hojas infectadas o aplique un fungicida seguro. Los insectos como pulgones, babosas y escarabajos japoneses también tienden a buscar esta planta. Dado que una sola planta puede producir hasta dos millones de semillas, se establecerán firmemente como plantas perennes y pueden ser bastante invasivas si se dejan solas. Los tallos de las flores marchitas se pueden quitar para evitar esto, o las plántulas jóvenes se pueden trasplantar fácilmente a otro lugar. Esta planta es una excelente planta de fondo debido a su altura, y atrae a las abejas y colibríes, además de resistir a los ciervos y conejos.
Cosecha: Para flores frescas, corte tallos largos de flores que se acaban de abrir y colóquelos en agua inmediatamente; quite las hojas que caerán debajo del agua. Manipule con cuidado, ya que toda esta planta es venenosa para humanos y animales y puede ser fatal si se ingiere.
Como conservar las semillas: observe cuidadosamente las cabezas de semillas en desarrollo, ya que se partirán y liberarán sus semillas cuando estén completamente maduras. Tan pronto como la cabeza de la semilla se pueda abrir fácilmente para revelar la semilla marrón madura, estará lista para cosechar. Retire todo el tallo o las cabezas individuales a medida que maduran, sacudiendo la semilla. Guarde la semilla limpia en un lugar fresco y seco.
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